La Prueba del Talón
La prueba del talón (también llamada tamiz y similar aunque menos completo que el Test de Guthrie que realizan en Francia) se realiza para detectar a edad temprada algunas enfermedades metabólicas congénitas como la hiperplasia suprarenal congénita, el hipotiroidismo congénito, la hiperfenilalaninemia, la fenilcetonuria o hemoglobinopatías. Son enfermedades poco frecuentes (un caso entre trescientosmil) pero serias y por eso se tratan de detectar cuanto antes, para evitar males mayores. Se suele practicar en el talón por ser normalmente complicado encontrar una buena vena a un recién nacido.
Es una prueba que se realiza dos veces. La primera la hacen en el hospital, en maternidad, en las 48 primeras horas tras el nacimiento, mientras aún estás allí. Se trata de un pinchazo en el talón del pie del bebe, muy superficial, para extraer tan solo unas gotas de sangre para analizarlas posteriormente.
La segunda vez se hace también en maternidad del hospital o en el centro de salud. Conviene por ello dar de alta al bebe pronto en la Seguridad Social, aunque también te lo puede hacer un pediatra particular si lo prefieres. Ha de hacerse esta segunda prueba entre el cuarto y el octavo dia tras el parto. Conforme pasan los días la prueba va perdiendo eficacia para detectar esas enfermedades por lo que conviene hacerlas a tiempo.
Normalmente te enviarán los resultados de la segunda prueba a casa comunicando que los resultados son favorables.
En caso de que la prueba revele algo raro os llamarán por teléfono indicando los pasos a seguir. En este caso no hay que ponerse nerviosos, pero sí actuar con rapidez para evitar que la enfemedad vaya a más. En algunos casos no es nada de importancia, como hemoglobinas extrañas, etc, pero por si acaso conviene reaccionar con rapidez.
Las enfermedades que se pueden detectar a partir de esta prueba suelen tener relación con la dificultad para metabolizar los alimentos, o algunos de ellos. Por tanto lo más efectivo suele ser un buen tratamiento dietético que puede consistir en administrar los nutrientes necesarios o eliminando de la dieta aquellos alimentos que la persona no puede metabolizar correctamente.
La prueba del talón (también llamada tamiz y similar aunque menos completo que el Test de Guthrie que realizan en Francia) se realiza para detectar a edad temprada algunas enfermedades metabólicas congénitas como la hiperplasia suprarenal congénita, el hipotiroidismo congénito, la hiperfenilalaninemia, la fenilcetonuria o hemoglobinopatías. Son enfermedades poco frecuentes (un caso entre trescientosmil) pero serias y por eso se tratan de detectar cuanto antes, para evitar males mayores. Se suele practicar en el talón por ser normalmente complicado encontrar una buena vena a un recién nacido.
Es una prueba que se realiza dos veces. La primera la hacen en el hospital, en maternidad, en las 48 primeras horas tras el nacimiento, mientras aún estás allí. Se trata de un pinchazo en el talón del pie del bebe, muy superficial, para extraer tan solo unas gotas de sangre para analizarlas posteriormente.
La segunda vez se hace también en maternidad del hospital o en el centro de salud. Conviene por ello dar de alta al bebe pronto en la Seguridad Social, aunque también te lo puede hacer un pediatra particular si lo prefieres. Ha de hacerse esta segunda prueba entre el cuarto y el octavo dia tras el parto. Conforme pasan los días la prueba va perdiendo eficacia para detectar esas enfermedades por lo que conviene hacerlas a tiempo.
Normalmente te enviarán los resultados de la segunda prueba a casa comunicando que los resultados son favorables.
En caso de que la prueba revele algo raro os llamarán por teléfono indicando los pasos a seguir. En este caso no hay que ponerse nerviosos, pero sí actuar con rapidez para evitar que la enfemedad vaya a más. En algunos casos no es nada de importancia, como hemoglobinas extrañas, etc, pero por si acaso conviene reaccionar con rapidez.
Las enfermedades que se pueden detectar a partir de esta prueba suelen tener relación con la dificultad para metabolizar los alimentos, o algunos de ellos. Por tanto lo más efectivo suele ser un buen tratamiento dietético que puede consistir en administrar los nutrientes necesarios o eliminando de la dieta aquellos alimentos que la persona no puede metabolizar correctamente.
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